Con este video quiero despedirme de mis queridos alumnos y alumnas de 6º curso.La verdad es que las despedidas suelen ser tristes, pero celebramos los últimos días de clase y además estamos celebrando que hemos terminado una etapa en nuestra vida: y las celebraciones suelen ser motivo de alegría, por eso os quiero ver muy contentos, con mucha ilusión y esperanza por este nuevo horizonte que se os abre, un maravilloso futuro os espera.
Hemos compartido muchas horas de nuestras vidas y esto es difícil de olvidar. Hemos pasado buenos momentos, aunque no debemos olvidar que lo que teníamos en común era llevar a cabo una gran tarea: formaros como personas y esto, siempre, requiere esfuerzo. Me costará trabajo, mucho trabajo, saber que ya no os voy a dar clase, que ya no podremos echar esos buenos ratos, en los que se nos iba la hora de la clase en seguida.
Me costará trabajo olvidar vuestras caras alegres y, sobre todo, recordaré con agrado el buen clima que ha existido en los dos sextos a los que he dado clase. Os quiero dar las gracias por esos buenos momentos que hemos pasado, por haberme enseñado tantas cosas, por permitirme compartir con vosotros esa ingenuidad y esa espontaneidad muy propia de los niños. Es cierto que no todos habéis respondido de la misma manera a los objetivos que había planteado, y es que no todos podemos ser iguales.Me gustaría que recordaráis que lo más importante es que el día de mañana seáis hombres y mujeres comprometidos por un mundo mejor. Y que todos debemos desarrollar nuestros talentos, los pocos o los muchos que tengamos.Tambien recordad que sea cual sea vuestro trabajo; lo importante es hacerlo de la mejor manera posible; con mucho amor y mucha ilusión. Y por supuesto, siempre mirad al futuro con esperanza y con ilusión. Recordad que no debéis tener miedo por los nuevos desafíos que os esperan, y si por alguna razón tropezáis, no os desaniméis, ya que de los errores se aprende mucho; y esos momentos serán experiencias de vida para vuestro crecimiento personal y espiritual.Sólo me queda desearos unas felices vacaciones; daros las gracias por la confianza que habéis depositado en mí y, una vez más, deciros que os esforcéis para poder llegar a ser auténticas personas, y que seáis muy felices.
Que el Señor os bendiga y os llene de su luz; y así podáis iluminar a todas las personas que encontréis en vuestra vida.
Con todo mi cariño, la seño de Religión.
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